Se llama Jim. Tiene 18 años, casi tres más que yo. Ha llegado como lector de inglés al instituto en el que estoy estudiando y me parece guapo desde el primer momento en que le miro. Su pelo es casi rojo, un color tan parecido al rojo que siempre me ha movido por dentro... La primera noche en la que coincidimos en la calle empezamos a hablar. Me mira como ya hace tiempo que sé que hay hombres que me miran. Le miro como hace tiempo que he empezado a mirar a algunos hombres.
Jim es escocés. Es pausado. Es educado. Es divertido y es tímido. Ha vivido ya donde yo hubiese querido ir. Es fascinante cuando habla. Entiende la pasión que le transmito cuando le cuento qué espero de la vida. Y es distinto. No se parece a los otros que se acercan. Es interesante, no le falta de qué hablar, no duda en qué contar.
Y no duda en invitarme a su casa. Y no dudo en ir con él. Antes paso por mi casa a contar a mi madre que voy a dormir a casa de una amiga. El me acompaña, y me deja helada cuando entra y habla con mi madre, cuando le habla de literatura.
Ella, mi madre, acepta la mentira de la noche con la amiga. Calla y me deja ir.
Me voy con Jim. Y es esa primera vez.
Jim es suave. Es delicado. Y es divertido. Hace que me ría y que me mantenga muy cerca de su cuerpo desde el principio. Me habla bajito. Me susurra en inglés. Me toca con mano delicada que no tiene prisa. Al final nos reímos ... No cierro los ojos, le miro porque me gusta verle.
¿Nos cuentas qué tal te fue?
Jim es escocés. Es pausado. Es educado. Es divertido y es tímido. Ha vivido ya donde yo hubiese querido ir. Es fascinante cuando habla. Entiende la pasión que le transmito cuando le cuento qué espero de la vida. Y es distinto. No se parece a los otros que se acercan. Es interesante, no le falta de qué hablar, no duda en qué contar.
Y no duda en invitarme a su casa. Y no dudo en ir con él. Antes paso por mi casa a contar a mi madre que voy a dormir a casa de una amiga. El me acompaña, y me deja helada cuando entra y habla con mi madre, cuando le habla de literatura.
Ella, mi madre, acepta la mentira de la noche con la amiga. Calla y me deja ir.
Me voy con Jim. Y es esa primera vez.
Jim es suave. Es delicado. Y es divertido. Hace que me ría y que me mantenga muy cerca de su cuerpo desde el principio. Me habla bajito. Me susurra en inglés. Me toca con mano delicada que no tiene prisa. Al final nos reímos ... No cierro los ojos, le miro porque me gusta verle.
¿Nos cuentas qué tal te fue?