lunes, 14 de diciembre de 2009

Comidas sin compromisos


Este año he decidido no ir a ninguna comida-compromiso de Navidad. No he aceptado ninguna de las invitaciones que me han llegado para ir a tomar "copas de confraternización" ni he sugerido hacer ningún encuentro en estos días.

Son reuniones que me saturan. Y Madrid está desbordado.
La decisión es una mezcla de pequeñas tomas de postura. Si estas fiestas no me gustan -por el exceso de festividad artificial que tienen, entre otras cosas- por qué ayudar a celebrarlas. Si cuando voy a un restaurante prefiero los ambientes tranquilos en los que poder hablar, por qué elegir precisamente encuentros multitudinarios en lugares abarrotados. Si no me gusta que me cobren un precio astronómico por una comida que se hace a destajo, por qué pagarla y comerla. Si no me gusta compartir mi tiempo con gente obligada, por qué jugar a la lotería de no saber con quién te sentarás. Si me parece un derroche que las empresas utilicen en estas fiestas el dinero que debería invertirse en mejoras, por qué colaborar en que suban la factura...

Hay muchas más pequeñas decisiones que me han hecho decir NO. Y lo he tenido que decir menos que en cualquier otro año que hubiese elegido. Han bajado mucho las invitaciones.
Qué ganas de que pasen estos días...

viernes, 6 de noviembre de 2009

Preguntas con respuesta

(Nanci me mandó deberes... y aquí están hechos)

¿EN QUE ANIMAL TE REENCARNARÍAS?

En serpiente. Me gusta como se mueve, el desliz. Me apasionan las curvas y su piel.


¿ALGO SIN LO QUE PUEDAS ESTAR?

Puedo estar sin casi todo lo material que me rodea.

¿QUÉ ES LO QUE MÁS APRECIAS EN UNA PERSONA?

Que lo sea, porque cada vez veo más gente que no lo es. Valoro que tengan vivencias, lecturas, inteligencia y aprendizaje suficiente para mantener viva la conversación.

SUELES VESTIR DE COLOR...

Negro.

¿QUÉ TRES PALABRAS TE DEFINEN?

Alegre, desordenada emocional, poco reflexiva.


UN LUGAR AL QUE VIAJARÍAS:

Volvería a casi todos los que visité y me animaría a ir a cualquier lugar, pero me apetecería especialmente ir a China, a Japón y a Antigua.

¿TU CITA FAVORITA DE LIBRO O DE PELÍCULA?

“He cruzado océanos de tiempo hasta encontrarte”. De la película Drácula de Coppola.

“Noche es el día hasta que verte no consigo; días las noches que soñando estoy contigo” Shakespeare.


¿ALGO QUE QUIERAS HACER?

Aprender. Reír. Y emocionarme.

¿MI MAYOR MONOSIDAD?

Pues si entiendo “monosidad” como “monada”… pues diré que bailar ritmos hindúes con mi profe del gimnasio.


Y... le dejo el encargo a:

Mad

Manu Java

Ghibli

viernes, 30 de octubre de 2009

La primera vez

Se llama Jim. Tiene 18 años, casi tres más que yo. Ha llegado como lector de inglés al instituto en el que estoy estudiando y me parece guapo desde el primer momento en que le miro. Su pelo es casi rojo, un color tan parecido al rojo que siempre me ha movido por dentro... La primera noche en la que coincidimos en la calle empezamos a hablar. Me mira como ya hace tiempo que sé que hay hombres que me miran. Le miro como hace tiempo que he empezado a mirar a algunos hombres.
Jim es escocés. Es pausado. Es educado. Es divertido y es tímido. Ha vivido ya donde yo hubiese querido ir. Es fascinante cuando habla. Entiende la pasión que le transmito cuando le cuento qué espero de la vida. Y es distinto. No se parece a los otros que se acercan. Es interesante, no le falta de qué hablar, no duda en qué contar.
Y no duda en invitarme a su casa. Y no dudo en ir con él. Antes paso por mi casa a contar a mi madre que voy a dormir a casa de una amiga. El me acompaña, y me deja helada cuando entra y habla con mi madre, cuando le habla de literatura.
Ella, mi madre, acepta la mentira de la noche con la amiga. Calla y me deja ir.
Me voy con Jim. Y es esa primera vez.
Jim es suave. Es delicado. Y es divertido. Hace que me ría y que me mantenga muy cerca de su cuerpo desde el principio. Me habla bajito. Me susurra en inglés. Me toca con mano delicada que no tiene prisa. Al final nos reímos ... No cierro los ojos, le miro porque me gusta verle.

¿Nos cuentas qué tal te fue?

jueves, 22 de octubre de 2009

Mi cibernovio II

No son buenas noticias las que aquí me traen... mi cibernovio no me escribe. Snifff. Me tiene desatendida.
Aunque, pensándolo bien, ¡quizá haya aparecido otro y no me he dado cuenta hasta ahora!
Os cuento, y espero vuestras opiniones.

Vayamos por partes. Mi Víctor no quiere saber nada de mi fuera del facebook o del teléfono. Le pedí que me escribiese a una dirección de correo electrónico (inventada para la ocasión y totalmente operativa) para poder tener así una dirección suya. Lo que pretendía es, con la ayuda de mi informático preferido, tener algo que investigar. Saber de dónde procedían sus correos. Se podría averiguar, al menos, el país desde el que salen sus letras teniendo esa dirección.

El quiere saber, también, si tengo un teléfono al que llamarme. Le sugerí que, en lugar de eso, hablásemos a través de un programa informático que tenga cámara para "poder así vernos las caras al tiempo que escuchábamos nuestras voces". Esta es otra sugerencia de mi informático (Gemma, digo mío porque queda bien, le da más personalidad al texo, queda más cercano, pero... ya sabemos que es tuyo, tuyo, tuyo ;) Le dije que estaba tan impresionada con el atractivo de su mirada que deseaba ver su rostro mientas se dirigía hacia mi. Con esto quería saber si su cara se corresponde con la foto. Si fuese la misma persona la que escribió y la de la foto enviada no tendría inconveniente en mostrarse delante de una cámara.

Pues, ala... tanto pensar para nada. Que desde que le he hecho estas dos sugerencias no me dice ni "hello". Ya no me escribe con el enunciado de "My angel". He perdido el atractivo. Fijo. No sé si ir preparándome una depresión...

La segunda parte de la historia es que hay un "amigo" que dice que la foto del que me escribe en el facebook como Víctor en realidad... es él. Es, "uno de los nuestros" (de los blogs) al que han, supuestamente, usurpado la imagen. Estos son los correos que me ha escrito, bastante exigentes: "Por la presente le comunico que en este enlace: http://historiasdelamalavida.blogspot.com/2009/10/mi-cibernovio.html sale una foto mía sin mi consentimiento y por supuesto, ni conozco a la persona que lo pone, ni lo que dice de mi es cierto. Es por tanto que le ruego que lo borre inmediatamente, para no tener que emprender las acciones legales pertinentes. Gracias"

¡Qué susto! Le contesté. Ofrecí mi ayuda y me respondió: "
Efectivamente, es mi foto y si es cierto lo que dices, pues ya sabes que están jugando contigo. Te pediría puesto que es falsa esta historia, no sigas con ese block y hazle saber al usurpador,que estoy al tanto del uso de mi foto. Ya estaba enterándome en la unidad de delitos informáticos de la Guardia Civil como puedo meterle mano".

Ufff....
Firma sus correos como "amigo"...
¿Son la misma persona? ¿Hay un único rostro y dos historias? ¿Es un único ser? ¿Son dos o muchos? ¿Es éste el misterio más inquietante desde la virginidad de la Virgen?

lunes, 19 de octubre de 2009

Seguimos siendo imagen


Leire Pajín estaba hoy guapa en la rueda de prensa. Después de llevar no sé cuántos peinados diferentes en los últimos días, hoy ha encontrado su imagen. Es parecida a ésta que pongo, pero no lo mismo. El flequillo le cae desde atrás y el rubio de su cabello está ondulado. Hemos coincidido todos ¡Hoy sí!
Pero también hemos observado que a los políticos no se les mira el pelo. Ni tampoco las uñas (y es que también se ha hablado de las uñas de Leire, de la número dos del PSOE...) Seguimos teniendo dos raseros. A nosotras nos miran el pelo, las uñas, la ropa... ¿y a ellos?

jueves, 1 de octubre de 2009

Mi cibernovio




He ligado. Sí. Pestañead, frotad vuestros ojos si os va bien, pero ésta es la noticia: Ligué.

Ay, que dará mal augurio decirlo en pasado. Rectifico: estoy ligando.
Se llama Víctor. Guapo ¿verdad? Bueeeno... interesante sí.
Me ha encontrado él. Sí, en el facebook.

Me ha escrito un correo. Bueno, dos.
En el primero cuenta que vio mi foto y que desde el momento en el que sus ojos se posaron sobre mi rostro no ha encontrado la paz. Me llama su ángel. Le he impresionado realmente. Unicamente ha necesitado ver mi foto.
Quiere saber más de mi.
Le contesté dándole las gracias por sus dulces palabras. El intuye que cualquier hombre que esté a mi lado tendrá una inmesa suerte. Añade que soy beautiful y que debo saberlo.
A mi escueto correo ha contestado con otro más amplio. Me dice que es constructor, que su mujer murió durante el parto hace cuatro años, que después "bebió un poco" y que ahora busca el amor. Menos mal que me ha encontrado a mi.
Aunque realmente es un problema. Vive en EE UU, pero tiene negocios en Africa y Londres.
Termina sus correos con un escueto: "love".
¿No es un cielo?
¿No es una versión para mujeres de las estafas que hasta ahora hacían a los hombres con rubias explosivas????
(Periodismo de investigación: Voy a seguir hasta donde me deje, para ver qué pide y cómo... Os mantendré informados... shhhhhhhhhhh)

jueves, 17 de septiembre de 2009

De vuelta del camino

Ahora sí. Ya se acabaron por completo las vacaciones. Ya estoy de vuelta. Y de vuelta de la última etapa: el Camino de Santiago. He superado los 100 kilómetros de rigor y, con la cámara rota, las opciones para mostrar imágenes se han reducido.
Quería mostrar la otra cara de las etapas. El rostro puro y duro del turismo y del negocio que se esconden detrás de la historia y de la naturaleza, pero la imagen me ha traicionado. Queda apenas un símbolo de lo que pretendía enseñar. Es ésta máquina de bebidas. Qué fea... en pleno campo, entre centenarios árboles apareció ella. De camuflaje, con las etapas finales del camino francés.


Las etapas fueron apareciendo cada día como una sorpresa. No leí mucho antes de ir. Y en algunas se dibujó la rabia, rabia porque hay paisajes destrozados, hay naves industriales en mitad del Camino. Hay carreteras y chalés... Hay demasiada civilización en un lugar que no fue así y que ha sido maltratado.

Pero queda lugar para encontrar joyas como ésta: La flor parece dibujada en tres dimensiones. Duerme encerrada y despierta para abrirse así, tan tranquila y tan hermosa.




Y aparece ante los ojos otro espectáculo emocionante para los ojos. Ahora con forma de piedra modelada. Es el crucero de Lameiros, del siglo XVII. Dicen que el más antiguo que se conserva. Y tiene a esta hermosa maternidad en su cima. Mirándola pensé que ya sería feliz si consiguiese no limitar a mis hijos.
La rota cámara de fotos me ha dejado mostrar dos detalles más. El lavadero y el riachuelo.


¡Hubiese querido criticar... pero no me ha dejado la técnica!

jueves, 20 de agosto de 2009

Los rayos de Venus


Al anochecer, cuando salgo a la terraza de casa, lo primero que encuentro en el cielo es Venus. Me gusta ver la noche recién estrenada. Miro al cielo cuando ya no hay sol. Miro en la noche, igual que hago cada tarde para jugar con las nubes a las formas imaginarias. Y la noche me trae, invariable, la imagen de Venus justo frente a mi. Mi silla está alineada con Venus... y me pregunto... si el sol pone dorada mi piel... si la luna mueve mareas... ¿qué me hacen los rayos de Venus?

miércoles, 12 de agosto de 2009

Noche junto al mar


Es su luz. Es su brillo. Es su forma de iluminar dejando ver lo tenue. Es que deja imaginar lo que hay detrás de las siluetas. Y a su lado. Es que sobre el agua se posa para que la mirada no se quiera apartar... a no ser que aparezcas tú.

sábado, 1 de agosto de 2009

Llegar al fin del mundo


Impresiona. Saber que estás al borde, que te asomas a lo último conocido, hace que salte el estómago. O quizá es el corazón el que se abre camino entre las costillas. No sé qué órgano es, sí sé que se mueve por dentro. Cuando miras hacia abajo. Cuando te dejas llevar por el incesante aire. Cuando eres capaz de olvidarte de todo menos del ruido del agua. Cuando sabes que un océano te está saludando con diminutas gotas de agua sobre la cara... cuando todo eso pasa (y alguna cosa que otra más), realmente te sientes impresionado.



Pensé que si era capaz de abstraerme de casi todo realmente estaría donde estaba, en el fin del mundo. O, mejor, en el ex fin del mundo. En Fisterra.

sábado, 16 de mayo de 2009

Regálame



"Regálame tus besos, que queman, que queman...
me enreda lo que falta
y lo que se aleja,
qué importa lo que hicimos,
si aunque me quieras
te olvidarás de mí.
Y hoy brindo por ti
y brindo por mí"

Ella tiene 25 años. Ella con 25 años -como cantan Carmen Paris y Juan Perro- tiene ganas de salir a bailar, de perderse en los brazos de un extraño.



Ella quisiera volver a los momentos perdidos entre sábanas sin tiempo, a las noches sin sueño, a los miedos. Perderse con los ojos cansados de pensar y el cuerpo alerta.

martes, 28 de abril de 2009

Estas son las mujeres que me interesan



Las mujeres que me interesan son como ella. Son como mi madre. Mujeres de carne, de una carne tantas veces tocada. Mujeres que sienten deleite cuando miran, cuando salen a pasear o cuando escuchan una voz por teléfono. Mujeres que son de verdad.
No me interesan mujeres que acaparan las portadas y las páginas de los periódicos serios. No me interesan cantantes venidas a primeras damas, ni periodistas que quisieron ser princesas. Ni me interesan los jefes que miden a las mujeres que ponen en las fotos según su culo. Ni los jefes que jamás decidirían publicar la foto de un hombre basándose en sus piernas.

sábado, 18 de abril de 2009

Frivolidades del federal


Pepiño ha adelgazado mucho ¡Anda que no se lo han dicho veces hoy! Añadiendo que está... como más... rejuvenecido. Eso es lo que dicen.
Claro. Desde hace más de un mes sabía que ya lo lograba, ya, ya, ya... por fin! Siiiii. Sería ministro. Pues eso, se ha preparado para salir más por la tele y dar una nueva imagen. Más delgada, más dinámica, más más, sea lo que sea ese significado de más.
Sigue sin poder resistirse a un buen corrillo de periodistas. Y en el comité federal de esta mañana se ha acercado como hace habitualmente en la sede del PSOE para contar que habrá cambios en la dirección de Renfe, en Adif... En fin, sus cosas.
Lo malo es que esa delgadez le hace más visible la nariz. Grande. Y afilada.
Menos alabanzas físicas le han llegado a Trinidad Jiménez ¡Vaya culo que ha criado en el último año!, se comenta. A lo mejor, según la teoría anterior, es que ella no sabía con tanta antelación que iba para ministra. Un puesto también añorado. Quizá estaba más despistada con el cámara de televisión con el que anda de amores y no se enteró a tiempo...
Pues mira Moratinos. Ha aparecido en el comité sin su traje habitual de ministro de Exteriores. Oye, pues está irreconocible. Camisa blanca y jersey de pico rojo. Clásiquillo que es él cuando va de informal. Le he tenido que mirar dos veces para reconocerle. Sigue con esa imagen de hombre mayor de lo que es. Debe desgastar mucho andar por ahí explicando que nos vamos de Irak, de Afganistán...
Y Cipriá Ciscar... el que fue responsable de organización del PSOE... no sé, se le ve moderno en el vestir pero desmejorado. Modernos en la ropa los catalanes, sí. Más clásico el resto, incluído Patxi que ha sido el más abrazado y Tomás el de Madrid que sigue acaparando los comentarios de "guapo" oficial (con permiso de López Aguilar).
¿¿¿¿Qué hago contando esto??? Pues.... vengarme de haber estado toda la mañana en el comité federal del PSOE en pleno curro desapasionado.

jueves, 16 de abril de 2009

Cuestión de tetas



-"¡Vaya tetas ricas!"
Ni le había visto venir. Tiraba de mi bolsa en el super cuando él se cruzó en mi camino. Apenas me dio tiempo a ver su cara porque lo primero que hice fue mirármelas. ¿Qué les pasa a mis tetas? Nada. Ni sobresalían más de lo normal, ni una mancha resaltaba su existencia.
Al mirar hacia atrás para gruñir al hombre comprobé que era el mismo sesentón que unos minutos antes se apretaba contra una dependienta. Llegó a ella empapado del agua de la lluvia que caía en la calle y le pidió un abrazo.
- "¿Vienes a que te abrace otra vez? Ya sabes que un abrazo mío siempre lo tendrás".
Una morena de pelo de punta con delantal y pinta de pasar de poco más de los veinte abrazó al empapado. Se dejó coger las manos. Se dejó decir frases que yo entendía de una forma, y que ella recibía de otra.
Mientras la escena se representaba ante mi estuve haciendo como que repasaba con interés los productos del super. No entendía nada.
Ella, amistosa.
El acariciando la espalda, sujetando las manos y hablando con voz queda, entrecortada.
- "No me importaría nada darte un piquito".
- "¿Y qué tal está tu mujer? Cuando pases por aquí con tu hija quiero que me la presentes. Me hablas de ellas pero nunca las veo y eso que vienes mucho por aquí".
- "Pero qué preciosa eres... pero qué piel tan suave tienes..."
Vale ya. Eso pensé. Y cogí cualquier cosa. Me acerqué a ella y le pedí que me cobrara.
- "Voy a seguir trabajando. Adiós"
Ella no pareció librarse de nada. Siguió tranquila. El la devoró mientras se iba.
Ella le seguirá dando abrazos tiernos. El seguirá mirando tetas.

jueves, 26 de marzo de 2009

Un hueco para mi mano


Minutos antes de las tres de la tarde entro en el vagón del metro de la estación de Sevilla. En el penúltimo. Y ahí, invariable desde hace una semana, viaja un hombre de pelo blanco, ropa envejecida y mirada inquieta. Ya hace siete días que me habla al entrar. Siempre es amable, aunque a su alrededor se abre un espacio inusualmente amplio para la hora punta que empieza. Desde su boca de labios finos salen palabras suaves. El primer día apartó su mano del hierro que hay junto a la puerta para que pudiese tener un espacio en el que sujetarme.
- Ten cuidado, agárrate a mi lado.
Fui obediente, puse la mano donde me dijo y así evité tropezar cuando el metro partió de la estación a toda velocidad. Le sonreí agradecida.
En la siguiente estación habló también. Pero la chica a la que ofrecía un espacio para la mano prefirió seguir hacia dentro y ni le miró.
En la siguiente estación me bajé y le dije adiós.
El segundo día volvió a aparecer en el mismo tren, a una hora similar, con una ropa parecida.
- Aquí tienes sitio. Es mejor no hacer equilibrios.
Una vez más acepté su ofrecimiento.
Le hace hueco a quien entra. Habla a quien elige. Pero no recibe respuesta. El sigue con su empeño, o con su manía, o con su educación...
Hoy se ha limitado a sonreirme porque las palabras han sido para una madre que llegaba llevando a sus dos hijos de la mano. Les ha cedido el espacio a ellos. Los niños, pequeños, le han mirado por encima de sus gorras, pero la madre se ha limitado a seguir gritándoles que ya no les repetía más veces que estaba cansada de gritar. Cualquiera lo diría, porque de su voz seguía saliendo un torrente de voz chillona.
Mañana volveré a esperar en el mismo lugar del andén a que llegue el hombre de chaqueta gastada al que los demás no se quieren acercar porque habla. Y aceptaré, si me lo deja, el hueco sobre el que colocar mi mano.

domingo, 22 de marzo de 2009

Morir junto al amor


Harriet está a punto de morir. A su lado está el hombre que la abandonó cuando apenas inauguraban la juventud, y ella le confiesa que jamás amó a nadie como a él. Por eso le buscó cuando sabía que su vida se acababa. “El amor es un alivio, un remanso, tal vez incluso una seguridad que le resta horror al encuentro con la muerte”.

Es lo que le dice Harriet a su amor en el libro que ahora estoy leyendo, Zapatos italianos, de Henning Mankell.

Morir junto al amor.

martes, 17 de marzo de 2009

Aceite con amigos


Aceite. DE OLIVA. Virgennn. EXTRA.
AMIGOS.
Jamón. Con QUESO. Que no se te olvide el lomo. NI la cecina. Y ese chorizo que PICA.
Cieeeeerra los ojos.
Espera, antes coge el pan. Un trozo de los especiales. Del que tiene aceitunas. O el negro de centeno. O....
Ahora sí.
Cierra los ojos.
Y moja.
Mete el pan en el cuenco, en cualquiera. Huele. Deja después que el aceite en la boca que se deslice suave.
Traga sintiendo los sabores.
Yyyyyy..... ahora un poquito de vino.
El vino limpia el paladar del sabor del aceite que ya hemos probado. Lo deja limpio para SEGUIR.
..........Nos quedan nada más que otros once para probar, comparar, disfrutar......
El experimento: en la terraza de casa.
A probar: 11 aceites de calidad extra de Jaén y uno del desierto de Almería.
Resultado: Un día entero y completo con sabor. Con risas, con amigos, con entusiasmo.
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lunes, 9 de febrero de 2009

El rincón del viaje: Rawalpindi




Los mercados son espacios vivos. Los de Pakistán bullen. Y el de Rawalpindi parece sacado de un cuento. Los montones de especias de vivos colores se mezclan con el olor, y las invitaciones de los vendedores para que se compren sus productos inundan los sentidos de los que se aventuran por sus destartaladas calles.

En la parte vieja de la ciudad de Rawalpindi se mantienen los oficios más ancestrales. Conviven los sastres que hacen la ropa a medida en cuestión de horas… con los carniceros, con los hortelanos que ofrecen el producto recién arrancado de su huerta y con los quiromantes, que por muy, muy poco dinero, leen las manos que se tienden ante ellos.

Son tan poco los occidentales que llegan hasta este antiquísimo mercado viejo de Pakistán, que por unos momentos se para la actividad para mirar detenidamente a los turistas que se acercan a sus calles. La convulsa historia del país no invita a los tour operadores… ni a los vuelos charter a aterrizar en un territorio lleno de valles, de picos que son el sueño de escaladores. Por eso el mercado de Rawalpindi, Pindi según denominan a la ciudad los que allí viven, es uno de los más auténticos que se pueden ver hoy en día. No hay en sus puestos ni una sola baratija destinada a atraer los billetes europeos. No hay postales a la venta, ni imitaciones de monumentos. Todo lo que hay es lo que necesitan los propios pakistaníes.

Pindi es una ciudad-caos. Islamabad, la actual capital, es una ciudad planificada por la nueva mentalidad urbanística. Se podría decir que es ordenada. Y Pindi, la antigua capital, es su polo opuesto. Es el desorden, es el punto de partida de la carretera a Cachemira. Es el punto de partida de la aventura de una carretera de más de 1.000 kilómetros que lleva hasta China. Unos kilómetros en los que los picos son escarpados y rudos. Son puntiagudos porque son jóvenes. Los terremotos siguen modelando este territorio en el que el último movimiento supuso la muerte de decenas de miles de personas. En Pindi, demasiadas cosas, están todavía por hacer … y por descubrir.

jueves, 22 de enero de 2009

Las curvas



Siempre me han gustado las curvas. Lo sinuoso. Las eses. Ssssss. Las serpientes. Lo que se dobla y sigue. Lo que se desplaza con suavidad. Lo que sugiere que se eterniza. Lo que no acaba, sino que se curva. Lo que provoca deseo de continuar. Lo que esconde en un recodo la sorpresa que tiene detrás...

miércoles, 7 de enero de 2009

El rincón del viaje: El Gobi que canta








Si una palabra define el desierto del Gobi es transparencia, y si buscamos un adjetivo, tiene que ser el de infinito. Transparente es el agua, transparente el azul del cielo que quiere dejar ver la atmósfera infinita. Transparente es el aire que surca los rostros de los que se adentran en la infinidad de las arenas doradas. Y transparente es la luz que traspasa el recuerdo para llevar hasta los tiempos del mítico Gengis Kan, dueño y señor de estas tierras.

Muchos dueños han tenido las arenas del Gobi. Los más imponentes, los dinosaurios que dejaron allí sus huellas. Bajo las finas capas de arena los investigadores siguen encontrando tesoros. En el Gobi se hallaron los primeros huevos de dinosario y en la década de los 90 del siglo pasado un paleontólogo americano se extrañaba de que cada tres minutos apareciese un fósil nuevo en este inmenso desierto.

Es un lugar en el que durante los fríos inviernos se pueden superar los 40 grados bajo cero, que se convierten en más de 40 sobre cero en la época de fuerte calor.

El Gobi estuvo vedado durante décadas a los ojos occidentales, estaba encerrado en el imperio soviético. Ahora, cuando los acantilados de fuego, como han llamado a sus colinas, se pueden visitar libremente, miles de personas se acercan hasta los campamentos habilitados en las cercanías de la población de Dalanzadgad. Desde allí se organizan viajes al interior del desierto en autobuses o en cuatro por cuatro que aprovechan los caminos abiertos.

Muchos se dirigen hacia los acantilados de fuego, y hasta el parque natural conocido con el nombre de Las Tres Bellezas. Es el nombre que le han dado a las cadenas montañosas que lo rodean.

Las condiciones de vida allí son muy duras. Eso lo saben bien los nómadas que sobreviven en esta inmensidad y que tienen como norma la hospitalidad. Ellos ofrecerán su té y su tienda a quien encuentren, necesitado, en el camino.

Pero no todo en el Gobi es desierto de arena. En un territorio que es dos veces y medio lo que ocupa España hay sitio para casi todo. También para fantásticas dunas que dicen que vuelven locos a los humanos. Son las dunas que cantan. Son, en realidad, granos cubiertos de sílice que cuando son movidos por el viento provocan un fuerte ruido.

Las dunas cantan en voz alta a los que se acercan hasta ellas en los días de fuerte viento. Para escucharlas sólo hay que ir hasta Mongolia.